Por: Manolo Pichardo El liderazgo europeo, que desde la Segunda Guerra Mundial y, específicamente, a partir de los acuerdos de Bretton Woods que definieron el nuevo orden mundial que hoy se desvanece, asumió un papel secundario que le permitió a Europa preservar una cuota del mercado manufacturero y financiero mundial; uno más discreto en el de la producción de armas y más activo en el papel de la gendarmería global a través de la OTAN bajo la lógica de contener una posible expansión soviética hacia su territorio, papel que siguió desempeñando a pesar de la desaparición de lo que se entendía como una amenaza para su existencia. Las aventuras europeas junto a Estados Unidos en el marco de la configuración de la unipolaridad, comprometió al liderazgo continental en acciones bélicas que recorrieron desde los Balcanes hasta África con todo y los bulos – las armas de destrucción masivas jamás encontradas- para justificar refriegas tan siniestras como la de Irak que provocó la mu...