Por Manolo Pichardo para Cendoesch. Desde la reforma y la apertura iniciadas en 1978, bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, China ha experimentado un crecimiento económico de tal calado que llevó al país de la Gran Muralla, de ser uno de los países más pobres del mundo, a convertirse en la principal potencia económica, en términos de paridad de poder adquisitivo y en la segunda en lo relativo a su Producto Interno Bruto en comparación con el de Estados Unidos, ya que el país asiático ha colocado sus riquezas en 19 billones de dólares, mientras que la nación americana exhibe unos 26 billones. Algunos analistas, sin embargo, apuntan que mientras el PIB estadounidense se soporta en una economía especulativa en donde, como dice el periodista Dan Collins, no se produce nada y se importa casi todo, por lo que aquel gran territorio es sólo un inmenso almacén, el PIB de la tierra que vio nacer a Mao Zedong, tiene un robusto respaldo en la producción de bienes que inundan el mercado mundial...