China y la robotización industrial

Por Obed Pichardo, director de contenidos de Cendoesch



Tras la Revolución Industrial originada en la Inglaterra del Siglo XVIII, proceso que se caracterizó por la introducción de avances tecnológicos en la industria y que comenzó una trasformación significativa en los medios de producción, pasando de métodos meramente manuales, al uso de maquinarias como las que operaban impulsadas a vapor, se inició una intensa carrera de innovación tecnológica que llevó a la construcción de medios de trasporte como barcos y ferrocarriles, movidos por el mismo mecanismo de las maquinas industriales, lo que fue permitiendo el descubrimiento y perfeccionamiento de nuevas tecnologías que llegaron para trasformar al mundo.

Como consecuencia de esta revolución, que aceleró los procesos de producción, se destacan hasta el día de hoy, el descubrimiento y uso de la energía eléctrica y los motores de combustión interna, otro proceso de transición que fue dejando de lado el vapor en el uso de las máquinas.

El impacto positivo causado por aquella Revolución Industrial, abrió las puertas para que los científicos a nivel global enfrentaran nuevos retos, a fin de ir refinando el uso de las máquinas para hacerlas más operativas y eficientes en todo lo concerniente a las demandas que enmarcan la dinámica diaria de todos los terrícolas; de ese modo, en sus laboratorios de ciencia y tecnología, desentrañaron nuevas y novedosas ideas que fueron desarrollando la robotización industrial, como el uso de brazos mecánicos autónomos para cumplir tareas específicas con exactitud milimétrica.

Para llegar a los avances tecnológicos en el presente Siglo, tuvo que darse, como inicio, la Revolución Industrial del Siglo XVIII, considerada como la primera revolución industrial (1765). Con los descubrimientos precedentemente mencionados, a ésta, le siguió la que comenzó a mover las maquinas a base de gas, siendo la segunda revolución industrial (1870), superada por el que se ha considerado como el tercero de estos procesos históricos y que inició en el año1960, fundamentado en la tecnología electrónica y nuclear; el cuarto acontecimiento de avance y desarrollo industrial dio sus primeros pasos en el año 2.000, con la llegada de las energías renovables y la internet, conocida también, ésta cuarta revolución, como la industria 4.0, integrando la inteligencia artificial, la internet de las cosas y la robótica.

Los países como: China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Alemania y Estados Unidos, inmersos en la llamada industria 5.0, bautizada como la quinta y más reciente revolución industrial, caracterizada por el desarrollo masivo de robots, integran la lista de las naciones con mayor capacidad de robotización industrial dentro de su territorio. Conforme a lo publicado por la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés) a finales del año 2022, el balance de robots ascendía a 3.9 millones de unidades, quedándose el continente asiático con el 73% del inventario de robots en todo el globo.

La velocidad con que la nación, liderada por Xi Jinping, avanza en la fabricación de robots, ha reconfigurado el posicionamiento de los países con más densidad de robots por cada 10 mil trabajadores, desplazando a Alemania y Japón, que en 2023 tenían en operación 429 y 419 robots, respectivamente, consiguiendo China alcanzar en ese mismo año la cifra de 470 unidades instaladas, superando la cantidad de 402 por cada 10 mil del año 2022, dejando a EE. UU. en una posición muy distante con tan solo 295 máquinas por cada 10 mil empleados.

El plan de China para el desarrollo de la industria robótica, presentado en el 2021, está revestido de un formidable éxito, puesto que su capacidad de instalación por año, es superior a la de sus competidores. Para el recién pasado año 2024, según la IFR, de las 500 mil unidades instaladas a nivel global, el 51% corresponde a China y el 49% restante está repartido entre las demás naciones. En solo 10 años, China pasó de tener 49 robots por cada 10 mil trabajadores a 470 unidades, según declaraciones ofrecidas por Xi Guobin, viceministro de Industria y Tecnología Informática de China, en el marco de la Conferencia Mundial de Robots 2024, celebrada en Beijing, el 21 de agosto del 2024.

Las aspiraciones del país en donde se diseña, se desarrolla y se construye el ya emblemático y atractivo vehículo eléctrico BYD, son las de duplicar su densidad de robots para el año 2025, superada solo por Corea del Sur y Singapur, cada uno con 1,012 y 770 robots por cada 10 mil empleados, respectivamente, el país de Mao conseguirá alcanzar sus metas, manteniendo importantes inversiones en Investigación y Desarrollo (i+D), lo que llevará al gigante asiático, que aunque ya es líder en capacidad de instalación por año a nivel global y que además lo es en patentes robóticas registradas, a convertirse en líder mundial de la industria de los robots, no solo por la automatización de sus industrias, sino también por la puesta en operación de estas máquinas en áreas sensibles como la de la salud, el desarrollo y fabricación de humanoides con músculos sintéticos y con inteligencia artificial para uso doméstico y social, lo que le dará un rostro diferente a las sociedades del planeta, por su impacto en la dinámica socioeconómica mundial.

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