La Cumbre China-CELAC y RD
Por Mihail García especial para Cendoesch
Mientras la corrida arancelaria de Donald Trump recibe críticas y reveses, el mundo no occidental camina apresuradamente hacia la consolidación de un nuevo esquema de relaciones internacionales donde se procura democratizar el sistema financiero global, el intercambio comercial y el desarrollo de los pueblos. La apuesta al multilateralismo real se viene fraguando ante la pérdida de hegemonía de quien, hasta hace poco, dominaba a su antojo el tablero geopolítico.
Es evidente que la apuesta proteccionista de Trump y las sanciones unilaterales que acostumbra a imponer la nación del norte de América han acelerado la redefinición del modelo geopolítico hacia uno más horizontal donde China se percibe como líder.
Los aliados tradicionales de los Estados Unidos no están ajenos a la situación, es por esta razón que en una reciente gira al país asiático el jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, indicó, entre otras cosas, que independientemente de que su país sea un actor activo en la construcción del vínculo trasatlántico, con un socio histórico como son los Estados Unidos no es menos cierto que “… es necesario seguir avanzando en el establecimiento de unas relaciones sólidas entre China, y la UE y España”. Esta afirmación de Sánchez se fundamenta en la importancia de expandir horizontes ante la complejidad del mundo actual.
Otro hecho importante que evidencia el nuevo orden global que se viene fraguando es la creciente relación del país de Mao con la Patria Grande. En ese sentido, en la reciente celebración de la Cumbre Ministerial China-CELAC, celebrada la pasada semana, se puso de manifiesto la importancia que China le da a su relación con los países latinoamericanos a quienes invita a ser parte de una comunidad de futuro compartido bajo la premisa del beneficio mutuo.
En sus palabras, durante la apertura de la cumbre, el presidente Xi resaltó la importancia y el crecimiento exponencial que han tenido las relaciones diplomáticas y comerciales entre su país y nuestra América Latina. Luego de resaltar los lazos históricos que nos unen, el mandatario enumeró una serie de datos que ponen de relieve el crecimiento en el intercambio económico y comercial.
Y es que, durante los primeros años de este siglo, según indica el líder chino, el volumen comercial entre su país y nuestra subregión se ha multiplicado por 40, superando el pasado año (2024), por primera vez los 500 mil millones de dólares, una cifra que contrasta con los 14 mil millones de dólares en intercambio que teníamos a principio del 2000, según indica la CEPAL.
Pero estas relaciones no se han dado sobre la base de la ganancia unilateral del país asiático, puesto que China se ha convertido en el principal socio comercial de Suramérica, recibiendo mercancías como la soja, minerales de cobre, de hierro, petróleo, cátodos de cobre y carne bovina que constituyen el 72% de los productos latinoamericanos que se exportan al país asiático. En el Caribe, China ha desplazado a la UE como segundo socio comercial y tiene amplias posibilidades de convertirse en el principal socio de los países insulares siempre que se den las condiciones para un intercambio más expedito con países como República Dominicana y Cuba.
En el caso de nuestro país, que el pasado primero de mayo arribó al séptimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con China, el gobierno, desde mi punto de vista, ha sido muy hostil en su amistad bilateral, lo cual ha impedido que seamos amplios receptores de los más de 200 proyectos de infraestructura que se han desarrollado en América Latina y de la activa cooperación del país asiático con nuestra subregión.
Como dije en días pasados, a través de un post colocado en la red social X, nuestro país no puede darse el lujo de ignorar la nueva realidad geopolítica que se viene construyendo porque su hostilidad y falta de pragmatismo nos está dejando fuera del esquema de cooperación, desarrollo y beneficio compartido que se está hilvanando entre ALC y China.
Fue un error gravísimo no enviar una comisión de alto nivel a la cumbre China-CELAC, porque en diplomacia las delegaciones que participan en los eventos hablan de la importancia que dan los países a esas actividades, y perderse de negociar en mejores condiciones en un esquema que, según lo dicho por Xi, incluirá nuevas cooperaciones en áreas como la Inteligencia Artificial, la infraestructura, la agricultura, las telecomunicaciones, el intercambio cultural y profesional, así como la puesta a disposición de más de 9 mil millones de dólares en créditos con amplias facilidades, lo que, sin dudas, representaría una gran oportunidad para nuestro país.
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