China y los 100 años del PCCh

 


Por Mihail García, especial para Cendoesch.

La historia de China en torno a la concreción de sus aspiraciones sociales y económicas, donde el pueblo fuese el centro de las decisiones importantes, es imposible escribirla sin personalidades de la dimensión de Mao Zedong, o Deng Xiaoping, figuras que marcaron, como protagonistas de primera línea, el rumbo del una nueva nación. 

El 1ro de octubre de 1949, años después de haber fundado el Partido Comunista de China, Mao Zedong proclamó la República Popular China, para ese entonces el país asiático se encontraba dividido, devastado por las guerras y sumido en la pobreza. Luego  del  avance hacia cohesión de la sociedad y la consolidación de la revolución, vendría otra etapa de su historia; China tuvo que sortear el fracaso de proyectos como Gran Salto Adelante, que buscaba transformar la economía agraria del país, o la Revolución Cultural, que paralizó la economía. Estos desencuentros no hicieron más que avivar en el pueblo chino el deseo de trabajar por mejorar las condiciones del país.

Con la llegada de Deng Xiaoping, se impulsaron una serie de reformas económicas en el año 1977 y puestas en marcha en el año 1978 que permitieron la transición de China que comenzó a moldear lo que hoy es el “socialismo con peculiaridades chinas”, puesto que la economía planificada del país se convertiría en una "economía socialista de mercado" que tendría como centro la construcción de una sociedad medianamente acomodada, con justicia social y económica, sin dejar de lado el libre mercado y la propiedad privada del capitalismo con un nivel alto de concepción de colectividad devenida del socialismo, y la intervención del Estado para regular el funcionamiento del modelo y velar por los intereses de todos los ciudadanos.

La reforma y apertura, logró sentar las bases para lo que se conocería como el “Milagro Económico chino”. Esta reforma y apertura es la base que catapultó al gigante asiático, pues fruto de las medidas implementadas, alrededor de 740 millones de personas lograron salir de la pobreza y pobreza extrema para convertirse en la fuerza pujante que serviría de motor para impulsar las transformaciones estructurales que necesitaría la nación para pasar de ser un país totalmente rural y pobre, a uno de primer orden con rasgos para convertirse en la primera potencia del globo.

Es en este contexto de pujanza económica que inician los gobiernos de XI Jinping, quien se trazó como meta mantener y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas y con esto lograr que la aspiración del pueblo de alcanzar una mejor vida, sea una realidad. Y así ha sido bajo su liderazgo, pues desde hace poco más de una década, China ha logrado mantener sus niveles de crecimiento y con ello mejorado las condiciones materiales de existencia del pueblo, lo que se refleja en aumento exponencialmente su clase media.

Más aún, China ha irrumpido con gran fuerza en el escenario internacional y se ha convertido en actor de primera línea en la construida multipolaridad que se refleja en el movimiento de las piezas del tablero mundial hoy en día.

Tras celebrarse el 100 aniversario del Partido Comunista de China, el pasado 1ro de julio, el país oriental sigue desarrollando una interesante agenda local e internacional, marcada por el acercamiento del Partido y el Gobierno al pueblo, y la norma de responsabilidad compartida y ganancia mutua, respectivamente.

De manera que, desde el Centro Dominicano de Estudios sobre China (Cendoesh), felicitamos al PCCh y al pueblo chino y les exhortamos a tomar como bandera de lucha, en estos días difíciles que nos ha traído la pandemia, lo dicho por Xi Jinnping en un discurso pronunciado ante el Foro Económico Mundial en el año 2017: “Ningún obstáculo, por muy desafiante que sea, impedirá el avance de la humanidad. Cuando atravesemos por situaciones difíciles no debemos quejarnos de nosotros mismos, culpar a otros, perder la confianza o evadir las responsabilidades. Debemos unir fuerzas y ponernos a la altura del desafío”.

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