La cumbre del PCCh y partidos políticos mundiales

 


 Por Cendoesch.

Cientos de pantallas frente a las cuales se congregaban más de 10 mil personas de más de 500 partidos políticos de 160 países, presentaban una mesa que ocuparía el secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, junto a otros dirigentes de esa formación para dar inicio a la Cumbre del Partido Comunista de China (PCCh) y Partidos Políticos Mundiales, actividad que se realizaría a propósito de la celebración del centenario de la entidad que dirige el Estado desde que en 1949, cuando su fundador y líder proclamó el nacimiento de la República Popular China de la que surgió una nueva nación, la nación de posguerra que iniciaría la construcción de un modo de producción socialista, dejando atrás uno capitalista con remanentes feudales.
 
Llegada la hora, como estaba programado, el líder del PCCh y presidente de China, hizo su entrada provocando un aplauso que, desde las imágenes que podían verse en las pantallas con banderas de todos los continentes, daba una entusiasta bienvenida al anfitrión, que tras saludar  a sus invitados al encuentro por vía telemática, dio inicio a su discurso en el que hizo referencia al liderazgo de su partido en la transformación del país; fue una intervención que estuvo marcada, además, por su habitual insistencia en la construcción de un mundo compartido en el marco de una multilateralidad con énfasis en el beneficio mutuo, las ganancias compartidas y la cooperación “para superar así visiones de los problemas de la humanidad que privilegian el unilateralismo, el hegemonismo y la fuerza”.
 
Como era de esperarse, abordó la cuestión de la crisis sanitaria global derivada de la pandemia provocada por la Covid-19, refiriéndose al reclamo de las naciones de medios y bajos ingresos de acceder a vacunas contra la enfermedad asegurando que su país brindará todo el apoyo a la lucha contra esta calamidad sanitaria y “trabajará para que las vacunas estén disponibles”.
 
Encontró oportuno el centenario de la formación que preside y la presencia de más de 500 partidos políticos de todo el mundo para disipar las sospechas, debido las especulaciones envueltas en análisis políticos de medios occidentales, de que China se encuentra en una carrera por la hegemonía o la creación de áreas de influencia, al afirmar que el gigante está comprometido con “promover la cooperación” y “el desarrollo de los pueblos”, dejando claro con esta aseveración que “el PCCh nunca buscará el hegemonismo o la construcción de zonas de influencia”. Así pues, por la vía de esa afirmación, dijo que cada nación tiene el derecho a escoger su propio camino de desarrollo y su sistema político; y para remachar  y continuar con ese hilo de ideas, aseguró que “no hay una sola manera para ejercer la democracia, sino que son diversas”.
Y como si no fuera suficiente, añadió que “el derecho de juzgar si un país es democrático o no, recae sobre sus pueblos, no afuera”; evidentemente que con esta afirmación hizo alusión a la política de sanciones o restrictivas que de manera unilateral imponen Estados Unidos y sus aliados europeos contra países que no responden a sus intereses y que de forma soberana diseñan su agenda, construyen su futuro y camino propio.
 
Los más de 10 mil representantes de los más de 500 partidos políticos que se dieron cita en la Cumbre, también pudieron escuchar las intervenciones de varios presidentes, incluyendo a los de nuestra región, Miguel Díaz-Canel de Cuba y Alberto Fernández de Argentina, además de líderes mundiales, como el presidente de la internacional Socialista, Yorgos Papandréu, el expresidente y viceministro del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev y muchos otros que, en coincidencia con el presidente Xi, hablaron de la construcción de una sociedad global basada en el multilateralismo, la cooperación y el beneficio mutuo; así como el reconocimiento de que existe una sola China.

 

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