La revitalización del pueblo chino tras el siglo de humillación
Línea de tiempo del siglo de humillación
Elaboración propia a partir de información recolectada
Por Edhoarda Andújar.
Los pilares sobre los que se sostiene la República
Popular China contemporánea no pueden entenderse al margen del siglo de la
humillación china, un periodo que abarca desde la Primera Guerra del Opio en
1939 hasta la Invasión japonesa de 1937 al 1945, y que culmina con la
proclamación de la República en 1949, tras finalizar la segunda guerra civil
del país del dragón.
El siglo de humillación no es solo un relato
histórico; es un componente esencial de la identidad de los ciudadanos chinos
que se manifiesta en la política interna de estabilidad y la cohesión social,
factor primordial que evita las tensiones y rebeliones internas que una vez
fueron impuestas por las grandes potencias imperiales del siglo pasado con la
única intención de engullirse las riquezas del pueblo chino y su
fraccionamiento territorial para hacerse con nuevas rutas comerciales.
Este aspecto también sirve de resorte para que el
pueblo camine junto al Partido Comunista de China (PCCh) y su líder, el
presidente Xi Jinping, hacia la concreción de la revitalización del pueblo
chino, la construcción de una clase medianamente acomodada y la inserción de
China en el tablero geopolítico.
Por igual, el principio de un futuro compartido de la
humanidad en el que se respete la soberanía, autodeterminación e independencia
de los estados que componen la comunidad global adoptado por Pekín está estrechamente ligado a
la experiencia vivida, con las invasiones, pérdidas territoriales, la
concreción de tratados desiguales que devinieron en una serie de crisis
internas que socavaron la autoridad, forma de gobierno, identidad nacional y
cultural de más de dos mil años que llevó al gigante asiático a la devastación.
En ese sentido, es menester indicar que alguno de los
elementos fundamentales en los que se han enfocado los grandes reformadores chinos,
los presidentes Deng Xiaoping y Xi Jinping, para crear las teorías con rango
constitucional: ¨El Socialismo con Peculiaridades chinas¨ y ¨Socialismo con
características chinas para la nueva Era¨, tienen base fundamental en el Siglo
perdido o siglo oscuro de los chinos, pues aspectos que resultan ser nodales
para la consecución del proyecto nación como el desarrollo económico para
impulso del bienestar colectivo de los ciudadanos, la erradicación de la
pobreza, la materialización del sueño chino, las iniciativas asertivas de
inserción con gran influencia económica y política como la Franja y la Ruta,
que busca expandir la influencia de China a nivel global, tienen su origen en
el anhelo de rescatar su dignidad, orgullo cultural e identidad nacional.
En fin, para comprender la filosofía que sustenta los 14 principios de la ¨China de la nueva era¨ es imperativo mirar las heridas que fueron provocadas durante esta línea de tiempo, puesto que dejó una marca indeleble en la identidad nacional, la política y la economía del país asiático y que a medida que China continúa su ascenso en el escenario mundial, los años de humillación no solo son un recordatorio de los desafíos que enfrentó, sino también una motivación para su búsqueda de la emancipación de la conciencia de sus ciudadanos, desarrollo integral, respeto e inserción plena en la comunidad planetaria.
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