El Centro Dominicano de Estudios Sobre China (Cendoesch) manifestó su preocupación ante hechos que, según expresó, aparentan ser actuaciones de instituciones del Gobierno focalizadas en el comercio chino, con el objetivo de dañar sus negocios y reputación, lo que, a juicio del centro, muestra señales discriminatorias.
Para esta entidad de pensamiento, las acciones de acoso y cierre de establecimientos comerciales de manera permanente y sistemática no se corresponden ni con lo que establecen las normas del comercio dominicano, ni con las reglas del comercio mundial.
Este asedio gubernamental contra negocios de capital chino se justifica bajo el argumento de supuestas violaciones a normas de edificaciones y comercio ilícito. Sin embargo, muchos de estos comercios han operado durante años, generando impacto positivo en el mercado laboral y dinamizando la economía nacional.
El Cendoesch subrayó que debe garantizarse la seguridad jurídica a toda inversión extranjera, sin distinción alguna.
"Es absurdo pensar que comerciantes minoristas tendrían la capacidad de pasar por aduanas sin pagar aranceles y tasas correspondientes a la mercancía importada, o que, del mismo modo, estos comercios tan vistosos y visibles, busquen evadir sus obligaciones tributarias", apuntó el Centro.
Además, recordó que, en una acción que consideran violatoria del libre mercado y contraria a los intereses nacionales, el Gobierno dominicano prohibió la inversión china en sectores estratégicos como telecomunicaciones, minería y puertos.
Esta decisión, afirma el centro, es evidencia de una desafortunada "cacería de brujas" destinada a desmeritar el auge de las inversiones comerciales chinas en el país.
Según el Cendoesch, la postura del Estado debe ser la de orientar y acompañar a los comerciantes de origen asiático en su proceso de fortalecimiento y regularización, y no perseguirlos arbitrariamente, siempre respetando el marco legal vigente en la República Dominicana.
Asimismo, cuestionó el trato desigual hacia los inversionistas asiáticos:
"¿Por qué los empresarios y comerciantes chinos no pueden traer sus inversiones y generar empleos en el país sin ser perseguidos? ¿Acaso se persigue a los empresarios españoles que controlan la mayoría de la inversión en turismo o a empresas norteamericanas que buscan la hegemonía en la extracción minera?", se preguntó el centro.
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